En el espacio existente entre galaxias encontramos lo más parecido al vacío, regiones con un mínimo de átomos por metro cuadrado y algo de gas. Pero, a veces, nos llevamos sorpresas. El protagonista de esta entrada es un viajero sin precedentes, conocido como el “vagabundo intergaláctico”. Normalmente los cúmulos globulares se disponen alrededor de la galaxia, más concentrados cerca del núcleo, alrededor del cual se pasan la vida girando (en general, a una distancia menor a 65.000 años luz). NGC 2419 es un cúmulo globular que rompe esta norma, encontrándose a la increíble distancia de 300.000 años luz del centro de nuestra galaxia y 270.000 años luz de nuestro sol. Tanto es así, que hasta finales del siglo XIX no se conoció su verdadera naturaleza, cuando Lord Rosse lo pudo resolver con su enorme telescopio de 1.80 metros. NGC es una gran bola de estrellas unidas por la gravedad, una de las mayores de nuestra galaxia, con un número que supera las 900.000, dispersas en un diámetro de poco más de 300 años luz, lo cual da una idea de su enorme densidad. Durante mucho tiempo se ha debatido la pertenencia o no de NGC 2419 a nuestra galaxia. Estudios recientes, basados en el análisis de estrellas variables tipo RR lyrae, han confirmado que, efectivamente, el cúmulo pertenece a la Vía Láctea, a la cual está unido, dando una vuelta alrededor de ella cada 3.000 millones de años. Si asumimos que se formó hace algo más de 12.000 millones de años, podemos suponer que el Vagabundo Intergaláctico está dando su cuarta vuelta a la galaxia.
Tamaño aparente: 4.6′; Magnitud: 10.3;
Imagenes: L=5×300¨; R= 5×300¨; G=5x 300¨; B=5×300¨; 10 Darks; 20 Flats; Gain:120; Offset: 28; Temperatura sensor: -30 ºC.
Procesado: PixInsigth-Photoshop: ABE-RGB-SCNR-LRGB-ABE-CB-BN-CC-MLT-Hist-Curv-MMT-ACDNR-ContAut-RdR.